Thirdera: cómo cambiar el mundo que lo rodea. ¡Una comunidad a la vez!

Todos tuvimos un año loco: una pandemia mundial, trabajar desde casa, no poder viajar ni ver a nuestros seres queridos, educar a los niños en casa, perdernos interacciones sociales cara a cara, ¡lo que se le ocurra!

A veces, la mejor manera de lidiar con nuestras propias dificultades es apoyar a aquellos que son aún menos afortunados. Ser voluntario y retribuir siempre ha sido una forma de generar cambios positivos en su comunidad y en su vida. Tal vez sea en persona, en línea, en su lugar de trabajo, en el refugio local o con un pensamiento, una mano o una billetera, el voluntariado se presenta de muchas formas, ¡y las apreciamos y celebramos todas! 

A raíz de la inminente Semana Nacional del Voluntariado, Thirdera se complace en echar luz sobre nuestros empleados y destacar sus historias de voluntariado que nos inspiran a marcar la diferencia en nuestras propias comunidades. 

Lea nuestras historias:

Astrid Espinosa: rescate de animales locales

«Mi hermana y yo encontramos un gatito recién nacido en las escaleras de nuestro edificio», compartió Astrid Espinosa, líder de Cultura y Experiencia de Personas en Thirdera. «Estaba asustado y sus ojos parecían infectados. Lo llamamos Palomitas, lo llevamos al veterinario, lo cuidamos y le encontramos un hogar para siempre. Luego, después de que nuestra querida mascota Luna muriera en un accidente después de huir, quisimos honrar su memoria. Hicimos donaciones tanto en dinero para los tratamientos y la esterilización de perros y gatos callejeros como en comida para perros. También decidí adoptar dos perros: Macarena y Ginger».

Astrid dice que esta experiencia la hizo más sensible a los problemas de los animales sin hogar. Ella recomienda patrocinar la esterilización de uno de estos animales, actuar como un hogar temporal de recuperación para animales, donar alimentos a granel o proporcionar un hogar para siempre a uno de ellos.  

«El amor y la bondad que estos animales pueden darle a cambio vale más que el oro», dice Astrid. ¡Es difícil no estar de acuerdo con ella! 

Harsh Bahl: ayuda a los niños locales afectados por la pandemia 

Harsh Bahl, consultor técnico remoto de ServiceNow en Thirdera, ayuda a su hermano, fundador de Learning Initiatives for India (LIFI) a cuidar a los niños locales que no asisten a la escuela por varias razones, incluida la pandemia. LIFI tiene la intención de crear un movimiento de Líderes Docentes Jóvenes y otros contribuyentes para brindar apoyo a los niños que no asisten a la escuela y sus familias, estén donde estén. Empezamos a trabajar en un pueblo llamado Purkhas Rathi cerca de Sonipat, Haryana, India. Fuimos de puerta en puerta e iniciamos nuestra intervención específica para la pandemia “Escucha y aprende” con 16 niños en riesgo en julio de 2020», según nos cuenta Harsh. «Ahora, esta iniciativa está formada por más de 15 miembros y 2 organizaciones asociadas, y se está ejecutando con éxito en Haryana y Bihar. La intención a largo plazo de LIFI es crear un entorno de apoyo para los niños locales y las organizaciones asociadas, y garantizar que los niños que no asisten a la escuela sigan un camino de aprendizaje permanente».

Sherry Burden: apoyo a la institución local de enfermedades mentales 

«He decidido ayudar a Wake (Organización de la Alianza Nacional para las Enfermedades Mentales) porque me ha ayudado a cuidar a mi madre, a quien le han diagnosticado problemas de salud mental», dijo Sherry Burden, analista técnica de negocios de Thirdera. Contribuyó como persona encargada de envolver regalos, asistente de publicidad y escritora de tarjetas. 

Según Sherry, se encuentra más felicidad en la vida de uno cuando se hace un voluntariado: «Dar tu tiempo y tus servicios a extraños que no pueden darte nada a cambio es muy satisfactorio y gratificante».

James Graeme: ayuda a las granjas locales a producir alimentos para donaciones 

James Graeme, gerente de participación en Thirdera, tiene una experiencia de voluntariado única: realiza el diseño e instalación de terraformación y riego de terrenos en Old Racker Park and Farm en Alpharetta, Georgia.  

«Después de construir decorados de teatro musical en una iglesia local durante tres años, decidí dedicarme a más trabajos al aire libre, y la granja estaba muy cerca de mi casa. Esta granja enseña a las personas a cultivar alimentos en sus hogares y es un campo experimental para el programa local Future Farmers of America de Cambridge Highschool. Además, es una planta de cultivo 100 % orgánico y es una excelente alternativa a la producción de alimentos químicos. El año pasado donamos más de 3500 kilos de verduras frescas al banco de alimentos local y este año ampliamos esa capacidad en un 50 %».

James confía en que la agricultura comunitaria se está volviendo más popular, ya que las personas se esfuerzan por ser autosuficientes, ayudar a los demás y llevar un estilo de vida más saludable. Para aquellos que deseen contribuir de manera similar, recomienda pedir al gobierno local y a las organizaciones de beneficencia (los bancos de alimentos son un buen comienzo) oportunidades de voluntariado y buscar en línea «agricultura comunitaria».

Silvia Bonilla: donación a organizaciones benéficas locales y rescate de animales 

«La madre de mi amigo falleció de cáncer a fines de marzo», comparte Silvia Bonilla, gerente de desarrollo de talentos de Thirdera. «No pude asistir al funeral, pero hice una donación a la organización ambiental llamada Reserva de Vida, que apoya la reforestación en mi país, Colombia. Además, hace un par de meses, quería comprar unas rosas para mi departamento. Decidí comprar las plantas de la Fundación Sanar, que ayuda a los niños que luchan contra el cáncer. Hace poco adopté un cachorro sin hogar, que se encontraba en las montañas de Bogotá, Colombia».

Esto es lo que inspiró a Silvia a retribuir: «Estoy agradecida por mi salud y por mi familia. Ser voluntario y donar son mis formas de retribuir al mundo y expresar mi gratitud».

Bob McGill: apoyo a un evento de un banco de alimentos organizado por la iglesia local 

«Nuestra iglesia organizó tres eventos de banco de alimentos desde que comenzó la pandemia, y no pude participar. Esta vez, quería ser parte de la experiencia y hacer algo útil para mi comunidad, así que contribuí al completar los formularios de las familias», dice Bob McGill, consultor técnico sénior de Thirdera en Houston, Texas.  

Según Bob, la mayor lección que aprendió de su experiencia como voluntario es que, a veces, personas de todos los niveles de la vida necesitan un poco de ayuda. «Si tiene la oportunidad de hacer algo como esto, aproveche. La energía, y el ambiente general de dar, y la gratitud de la gente hacen que todo valga la pena». 

Eddie Jaidi: recolección de basura en el desierto 

Eddie Jaidi, analista técnico de ServiceNow en Thirdera, retribuye a su comunidad recogiendo basura en el desierto y áreas recreativas de Arizona, así como ayudando con la logística de eventos para esta iniciativa. Cuando se le preguntó qué lo inspiró a donar su tiempo, compartió que le gusta retribuir a la comunidad, mantener abiertas las áreas de recreación locales y contribuir a la prevención de incendios forestales. «Me gusta enseñarle a mi hijo de 7 años cómo ser voluntario y mantener limpio nuestro desierto. También es divertido descubrir nuevas áreas de mi estado», agrega Eddie. Según él, esta experiencia le enseñó humildad: «Nadie es demasiado bueno para recoger basura y mantener limpio nuestro estado. Me gusta contribuir a mi comunidad y crear un vínculo con mi hijo, ya que somos voluntarios juntos».

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